Esta obra se ocupa de aspectos identitarios de la vida social -entre otros, actividades económicas para ganarse el sustento, los mecanismos de cortejo entre novios, las modalidades de trato entre los esposos, la crianza de los hijos- que caracterizan a los habitantes del pueblo andaluz llamado "Los Olivos". La convivencia y las conversaciones con sus habitantes, donde ellos interpretan los cambios de sus modos de vida y de pensar, ofrecen a la autora una oportunidad para discutir y formular sus propias consideraciones antropológicas, e invitan al lector a participar en la polémica sobre estos cambios, generalmente asociados a la vida moderna.