Estamos saturados de realidad, de esta realidad a menudo indescifrable que nos invade en los espacios públicos de las grandes ciudades, y también sobre alimentados de una realidad “a la carta”, cocinada con noticias y acontecimientos, con la que nos aturden los medios de comunicación. En este confuso fluir de acontecimientos e informaciones, casi resulta imprudente resistir a los embates de las corrientes. Pero ¿es cierto que preferimos ser indiferentes? En la actualidad, el creciente interés de la sociedad por el pensamiento filosófico parece mostrar todo lo contrario. No se trata de una simple moda sino de una verdadera necesidad. ¿Qué es lo que se espera hoy de los filósofos? ¿Cuál puede ser su aportación? Una de las tareas del actual ejercicio de filosofar que responde a esta necesidad consiste, justamente, en poder sostener en las orillas de la marea del acontecer y saber escucha...leer más