
A pesar de su aparente simpleza, el acto cotidiano de nombrar las cosas, la vida, el entorno, es algo de suma importancia. Acciones insertadas
imperceptiblemente en nuestras vidas cotidianas: decir, cali car y distinguir las cosas son operaciones que a la vez re ejan y con guran la realidad. Si queremos poner en marcha otros saberes y otras formas de generar conocimiento, hay que jugar fuerte en el terreno del lenguaje y en el combate por las palabras y los conceptos. Primero, mostrando la desnudez del lenguaje que se dice legítimo, culto y correcto. Segundo ?o más bien a la vez? reconociendo y abriendo la enorme y compleja carga de signi cados de los saberes periféricos, que nunca son la referencia de lo adecuado y difícilmente encontrarán hueco en diccionarios de referencia, ni siquiera los de uso, acuciados como están por la brevedad, la concisión y lo correcto.
En est...leer más