La cultura india clásica contempla el tiempo y la historia de forma muy distinta a como lo hace el mundo tecnológico moderno. Una concepción cíclica del tiempo y una visión de la historia subordinada a la eternidad pueden abrir perspectivas esclarecedoras en estos momentos de pensamiento único.

El Occidente moderno da una gran preeminencia a la «Historia», donde sitúa en gran parte la esencia y significado de la humanidad. La India clásica, por el contrario, no ve la historia sino la manifestación, bajo innumerables formas, de arquetipos situados en otro plano, por lo cual no se ha interesado en memorizar la sucesión de los acontecimientos concretos.

En lugar de concebir el tiempo como rectilíneo y neutro, como en la visión científica, la India lo contempla como cíclico. El tiempo puede ser medido solamente a partir de los ciclos naturales, por lo cual es lógico que adopte una forma cíclica a todos los niveles. Uno de estos ciclos está formado por cuatro eras (conocidas en la Antigüedad grecolatina como de Oro, de Plata, de Bronce y de Hierro) durante las cuales, mientras la vida se hace cada vez menos sencilla, el carácter de la humanidad degenera progresivamente.

Según la tradición hindú, actualmente nos encontramos en el Kali Yuga o «Edad de los conflictos»,, donde las bajas pasiones de los hombres toman la preeminencia en detrimento de la virtud (dharma). Sin embargo, vivir en la Época Sombría también tiene ventajas insospechadas.

Álvaro Enterría vive en la India desde 1989. Es conocido por su libro La India por dentro. Una guía cultural para el viajero, que lleva 15 ediciones