Abril Posas nos presenta una historia desde los ojos de una treinteañera que trabaja como publicista, anda en bici, se pelea por Twitter, canta en una banda de covers y, en resumen, es la oveja negra de la familia.

Con el humor ácido que la caracteriza, Posas nos regala en esta novela un melancólico viaje por la música, películas y vida de los noventa, y nos hace reflexionar, junto a su protagonista, sobre la vida adulta y sus altibajos; sobre la rabia, el desconcierto y la incomodidad; sobre las limitaciones sociales, financieras y de género aprendidas por toda una generación, y la manera en que éstas pueden combatirse con karaoke, batallas por internet y un concierto de punk.

«Para quienes conocemos y admiramos la narrativa de Abril Posas, la llegada de su primer novela nos llena de júbilo. Una novela breve pero intensa, en la que la autora nos regala la dosis perfecta de humor y tristeza que necesitamos para ver nuestro pasado reciente —esos años de nuestras risas más honestas— y sentir un golpe de nostalgia por todo aquello que perdimos en el camino pero cuyo recuerdo nos sigue provocando sonrisas.

Pero no, «Esto no es una canción de amor», ni a la cultura pop de los noventa ni al vínculo materno, ni a las mujeres que nos enseñan con su ejemplo feminista a vernos a nosotras mismas en los momentos de mayor incertidumbre, porque, seamos honestos, quienes fuimos felices en los años noventa preferimos las canciones tristes, esas que nos dejan, sin embargo, un cierto regocijo en el espíritu. Tal como esta novela».

—IRIS GARCÍA CUEVAS