A lo largo de su trayectoria como escritor, Alberto Manguel ha dedicado un espacio importante al tema de los libros y la lectura, una de las grandes pasiones de su vida. En Para cada tiempo hay un libro, algunas reflexiones y pequeños homenajes de Manguel a la literatura dialogan con las originales fotografías de Álvaro Alejandro, cuya mirada se posa igualmente sobre muy diversas variantes de lo que puede representar nuestra relación con la lectura. Así, Alejandro captura una ratonera que en lugar de queso atrae a sus víctimas potenciales con un libro, o un libro que yace junto a una mujer desnuda, como si quisiera seducirla o competir con ella en niveles de erotismo. Para cada tiempo hay un libro es a la vez un registro y un homenaje a ese objeto que, pese a las múltiples amenazas sobre su extinción, continúa formando una parte fundamental de nuestra sociedad y de nuestra cultura. Y ...leer más