Freud estudió la psicosis y escribió sobre Schreber contra el fondo de su polémica con Jung, preocupado por comprender el narcisismo y el concepto fundamental de pulsión.
Con clara inteligencia de lo mismo que el maestro intentaba fundamentar, Tausk buscó, en cambio, -el artículo que le daría fama lo atestigua- unir la psicosis a los fenómenos espectaculares y a una genitalidad desgastada e imposible que estaría en la base de la proyección psicótica.
Leer a Tausk, sin duda, significa tomar contacto muy de primera mano con las dificultades más fidedignas de la teoría psicoanalítica freudiana, acceder a una cierta experiencia ubicada al nivel de las ideas, la más original, por donde la teoría, todavía sin antecedentes, se hacía al contacto de la práctica.