Las últimas décadas han mostrado la progresiva impotencia de los estados nacionales y las organizaciones internacionales para brindar respuestas racionales y democráticas en un mundo en el que las distancias se acortan, el tiempo se acelera, las fronteras caen y las crisis globales requieren, cada vez más soluciones globales. Es ésta la propuesta de Globalizar la Democracia. Por un Parlamento Mundial: un nuevo modelo de globalización capaz de superar el nihilismo disfrazado de actitud crítica, y en el cual la globalización de la Democracia y la creación de un Parlamento Mundial son los paradigmas centrales. El autor señala: “No hay razones para creer que la unidad política mundial será creada por el designio tecnoeconómico, pero tampoco las hay para pensar que los estados nacionales serán el límite insuperable del progreso político de la humanidad o para suponer que la democracia se detendrá eternamente en sus fronteras, lo que es extremamente improbable ya que ninguna fuerza de la Modernidad lo ha hecho… Ante el cambio civilizatorio que supone la globalización es necesario hoy recuperar la dimensión institucionalizante de la política olvidada en el cajón de los recuerdos desde los lejanos tiempos de la posguerra”.