
Contra la nomenclatura psiquiátrica oficial que define la psicosis, la perversión y la neurosis con características fijas y establecidas, la novedad de la enseñanza de Lacan consistió en descubrir en ellas una significación muy distinta, una significación subvertida, no para olvidarlas sino para repensarlas en la interpretación analítica y sus tres dimensiones: simbólica, real, imaginaria. ¿La psicosis no designa acaso lo que puede sucedernos a todos y cada uno de nosotros, puesto que los deseos son, concretamente hablando, locos? ¿La perversión no caracteriza la sexualidad como tal, en vez de ser un componente maligno y nocivo de un acto presuntamente bueno y justo? La neurosis, por su parte, ¿puede aún calificar la histeria, que transgrede las identificaciones normativas con la femineidad o la virilidad? Por último, ¿no puede extraer el psicoanálisis una enseñanza del testimonio de ...read more