Pedro Antonio de Alarcón y Ariza (Guadix, 10 de marzo de 1833-Madrid, 19 de julio de 1891) fue un escritor español que perteneció al realismo literario, en el que destacó como uno de los artífices del fin de la prosa romántica. Sin embargo, investigadores como Ferreras consideran que "buena parte de sus libros están inspirados en el romanticismo" y que Alarcón "combatió toda su vida contra el realismo totalizador". Por su parte, Florensa advierte de que "la tendencia ha sido unánime en afiliarlo junto a Byron, Hugo y Espronceda sin descubrir que las obras mayores de Alarcón critican tal romanticismo y que lo hacen desde los postulados de otro romanticismo, el tradicionalista y cristiano de Schlegel y Böhl de Faber". El mismo Alarcón se expresa sobre el realismo, de la siguiente manera, en 1883: ¡Escriban otra media docena de libros estos realistas y naturalistas franceses, y habrán enterrado en su propio fango esa triste escuela que yo apellidaré, no precisamente la mano negra, pero sí la mano sucia literaria!. Y es que, según explica Shaw en su Historia de la literatura española, Alarcón, en línea con la crítica literaria española del siglo xix, defiende la "poetización" de la realidad, es decir, la observación de la misma en una dirección idealizadora.