La publicación en 1947 de Sade mi prójimo marcó una fecha decisiva en la llegada de Sade al centro de la reflexión contemporánea.
Su reedición en 1967, precedido por un nuevo ensayo titulado El filósofo crimina, vino a proponer, a partir de su confrontación, una doble lectura. En 1947, a Pierre Klossowski le parecía que el ateísmo de Sade había que entenderlo ante todo por su relación previa con la teología, es decir, por su oposición radical a ella. En 1967, estima que el hecho primitivo e irreducible, generador de la obra de Sade, es la perversión: ¿Qué es el sadismo de Sade? ¿Cuál es la función de la razón en la perversión? El esfuerzo de Sade consiste en hablar de la incomunicable anomalía según las normas racionales del ateísmo. Pero ¿qué significan tales normas y qué significa el ateísmo, cuando están estructuralmente ligados a la perversión?
Hoy, cuando Sade parec...leer más