Hay un momento en el que comprendemos que las preguntas nos acercan más al sentido, a la apertura del sentido, que las respuestas. Las respuestas son útiles, sí, las necesitamos para seguir viviendo, pero la vida transforma esas respuestas en preguntas. Y no preguntamos necesariamente por habernos equivocado o por considerar insuficiente nuestra experiencia. La pregunta es la grafía de la exuberancia con la que se manifiesta la vida.
José Tolentino Mendonça, uno de los principales ensayistas del Portugal contemporáneo, nos propone un itinerario por algunas de las grandes preguntas de la existencia con el equipaje de una sólida frecuentación de los clásicos: la literatura, la filosofía, los textos sagrados, el cine, las artes plásticas y la danza son algunos de los referentes con los que el autor dialoga para ofrecer su propuesta sapiencial.