¿Sigue teniendo todavía sentido pensar en el derecho de resistencia en las sociedades abiertas y en el marco del Estado democrático de derecho? Como se trata de demostrar a lo largo de este ensayo, vale la pena plantearse esta cuestión con seriedad. Pues, como afirma Ermanno Vitale, «por más consolidadas que estén las instituciones de garantía, siempre queda la posibilidad de la confusión y del sometimiento del controlador al controlado», o también «de que otros poderes sociales se hagan tan fuertes que sean ‘constitucionalmente inmunes’, sustrayéndose en la práctica a cualquier forma de control eficaz y sobrepasando impunemente los límites que les imponen las normas fundamentales».
Lo que el autor entiende por «resistencia constitucional», que parte de tomar en serio la ley fundamental que la colectividad política se ha dado a sí misma —el «juramento pactado entre hombres libr...read more