Year of publication:
2011Pages:
288El Otro, el diferente, puede despertar miedo, zozobra o mera inquietud. Su aparición es sentida como amenazante, porque no encontramos en ella indicio alguno sobre nuestra propia singularidad. En lugar de ver en el Otro la condición básica para el misterio de la propia existencia, se realiza una experiencia fundamental en la cual no es posible asentar sentido alguno de lo que está ahí desafiándonos con su sola manifestación, ni de lo que nosotros mismos representamos para su misma vida: el Otro está ahí, ante uno, sin signos de un algo que indique la posibilidad de reflejarnos. Su presencia, sin embargo, es la gran confrontación de que existimos sin saber por qué somos lo que somos.