Escasos libros, como recipientes de la imaginación, son animados por una doble virtud: mostrar aspectos de la realidad y, al mismo tiempo, propiciar la reflexión acerca de problemas concernientes al ser más íntimo del hombre. Además de esto, el autor consigue la confrontación sugerente de la ética -como orientación de los actos humanos- mediante una exposición clara y penetrante.