Este libro reúne los mejores ensayos de Eisner sobre el rol de las artes en la educación. Señala que la marginalización de las artes se debe a ideas erróneas sobre cognición e inteligencia, basadas en una dicotomía platónica entre mente y cuerpo. Propone reconocer los diferentes modos de saber y reformar las escuelas reconociendo la importancia de las artes.