¿Esclavos construyendo pirámides? No, simplemente funcionarios pagados por el estado. ¿Unos monumentos tan gigantescos sólo para enterrar al faraón? No, pues su función como motores económicos de la época era incluso más importante. ¿Fue un capricho la elección de la forma piramidal? No, poderosos motivos ideológicos subyacen en cada uno de los edificios que componen estas maravillosas obras. ¿Se utilizaron rampas gigantescas para colocar los bloques de piedra en su sitio? No, pues hay otras técnicas, casi tantas como pirámides. ¿Quienes fueron los primeros en adentrarse por sus oscuros pasillos? Buscadores de tesoros, exploradores y arqueólogos han ido descubriéndonos poco a poco cómo eran estos peculiares monumentos funerarios. Preguntas cuyas respuestas pueden sorprender a más de uno, pero que en este libro quedan explicadas para satisfacción del lector curioso intrigado por el aur...read more