Entre narración y confianza, este libro es una suerte de epopeya en la que se encadenan recuerdos verdaderos y recuerdos culturales. Mostrando una amplia libertad en el encadenamiento de las ideas, Jean Ristat da testimonio de una humanidad enfrentada a los tropiezos de la vida cotidiana y una realidad que, si bien es amarga, no deja de estar impregnada de una tenue esperanza.