«La muerte atraviesa la vida, ésa es la enseñanza del cristianismo; tú tienes que morir a; el Espíritu vivificante es precisamente el que te mata; es la primera manifestación del Espíritu vivificante: que tú debes meterte en la muerte, tú debes morir a — así es, para que no puedas tomar el cristianismo en vano. Un Espíritu vivificante: he aquí la invitación, ¡quién podría no aceptarla! Pero muere, primero: ¡he aquí la parada!».
De entre los escritos edificantes de Søren Kierkegaard (1813-1855), el presente es el más popular de todos. Destinado en un principio a ser una de las predicaciones previstas para 1851, fue finalmente publicado el 10 de septiembre de ese mismo año, en el undécimo aniversario del compromiso de su autor con Regina Olsen. Interpelación al individuo singular, constituye un excelente compendio del pensamiento kierkegaardiano.