Los extensos plazos de duración de las concesiones de obra pública hacen que sea muy probable, casi seguro, que se produzcan a lo largo de aquellas múltiples incidencias que pueden afectar a la identidad del sujeto que, como concesionario, está obligado a cumplir los deberes inherentes a este contrato administrativo. Dichas transferencias en la titularidad de la gestión de la actividad del concesionario a un tercero o a la propia administración en los casos de reversión plantean importantes problemas a la continuidad de la ejecución de la obra y, sobre todo, a la continuidad de su explotación, que no se resuelven con la apelación en exclusiva a la subrogación del tercero en el lugar del concesionario o a la imputación única de este previstas sin matizaciones en la legislación de Contratos de las Administraciones Públicas, pues las cuestiones más conflictivas que normalmente surgen exc...read more