El fracaso del llamado «socialismo real» ha desencadenado una ofensiva ideológica a favor de la economía de mercado y de descrédito del socialismo. Levantar una empalizada contra la ola de liberalismo y revitalizar el pensamiento de la izquierda es una tarea que sólo puede llevarse a cabo con la firme convicción de que la economía de mercado es un modo de producción histórico que dista de ser el único posible para organizar la sociedad.