El 6 de noviembre de 1989, pocos días antes de ser asesinado, Ignacio Ellacuría declaraba: «Esta civilización está gravemente enferma, y para evitar un desenlace fatídico y fatal es necesario intentar cambiarla». Y precisaba el sentido radical de este cambio necesario: «Sólo utópica y esperanzadamente uno puede creer y tener ánimos para intentar con todos los pobres y oprimidos del mundo revertir la historia, subvertirla y lanzarla en otra dirección». Al sueño de cruel inhumanidad del que sigue sin despertar nuestra civilización del capital y la riqueza estas palabras contraponen la esperanza desmesurada depositada en la «civilización de la pobreza».
En este libro, colección de «pequeños ensayos utópico-proféticos», Jon Sobrino busca romper la lógica de la civilización de la riqueza poniendo la salvación en relación con los pobres: «extra pauperes nulla salus», «fuera de los p...read more