Tomarse seriamente la religión —se sea religioso o no— es un signo de respeto a la realidad. Más aún teniendo en cuenta que la religión, como todas las grandes experiencias humanas, es capaz de lo más eminente y de lo más deficiente. Este libro quiere ser un homenaje a la religión bien constituida y un antídoto contra la religión degradada. Porque una manifestación religiosa digna, culturalmente compatible e intelectualmente cualificada, puede ser un referente interesante y sugerente del eterno y difícil vislumbre de Dios. Ramon Maria Nogués expone —con claridad, agilidad y sabiduría— temas tan variopintos como el papel del cerebro en la experiencia religiosa, las situaciones fronterizas entre mística y patología, el estatuto científico de la religión, la crítica excesiva a la religión, el valor evolutivo de las creencias, las aportaciones más recientes de la neurorreligión, el desafí...leer más