Pedro Casaldáliga Pla (Balsareny, 1928), misionero claretiano, fue ordenado sacerdote en 1952. En 1968 llega a Brasil y es consagrado obispo de São Félix do Araguaia (Mato Grosso, Brasil) en 1971. Después de presentar su renuncia canónica en 2003 ha sido relevado en el episcopado en 2005. «Haber salido de Cataluña, de España, de Europa, pasar por África y venir a vivir definitivamente en este brasileño Mato Grosso de esta Nuestra América, me ha universalizado el alma. Y el contacto apasionado con la causa indígena y la causa negra me han ayudado a redescubrir la identidad de las personas y de los pueblos como alteridad y como complementariedad. Aproximarme ‘al poder de los sin poder’ en la opción por los pobres, en el movimiento popular, en las comunidades de base y en las pastorales sociales, me despertó definitivamente a la indignación y al compromiso; y también a la esperanza», nos decía recientemente como resumen de su vida. Entre sus libros más importantes, traducidos a varios idiomas, están: los diarios, Creo en la justicia y en la esperanza (1975), La muerte que da sentido a mi credo (1977), En rebelde fidelidad (1983), Nicaragua, combate y profecía (1986), Cuando los días dan que pensar (2005); en poesía, Palabra ungida (1955), Llena de Dios y de los Hombres (1965), Clamor elemental (1971), Tierra nuestra, Libertad (1974), Fuego y ceniza al viento (1983), Cantares de la entera libertad (1984), El tiempo y la espera (1986), Me llamarán subversivo (1988), Todavía estas palabras (1989), Sonetos neobíblicos (1996); y en ensayo, Espiritualidad de la liberación, con José María Vigil (1992).