Este Atlas místico se propone como una cartografía de sentido, donde el espacio de la hospitalidad se avizora claramente como el refugio verdadero para el trashumante que somos todos. La hospitalidad se manifiesta así indisociable de la trashumancia, implicando al mismo tiempo, el reconocimiento de la inviolable dignidad humana. La hospitalidad-trashumancia es la unidad de sentido fundamental de la cultura misma y no mera cuestión de una ética relativa. Nos recuerda que todos somos seres fronterizos, limítrofes, errantes que nos elevamos trágicamente sobre la abyección, trazando la vía de ascenso a través de la dignidad-sutileza que configura nuestra condición teofánica en el mundo, encarnada en las figuras proféticas y trágicas de Abraham, Agar, María, Jesús, Muhammad, Shams de Tabriz y Rumi, así como Las Danaides, Antígona y Edipo, con quienes compartimos potencialmente su nivel de ...leer más