En esta segunda parte de la adaptación gráfica de la obra de Proust, A la sombra de las muchachas en flor, encontramos a un joven Marcel descubriendo las delicias de las jóvenes que lo cautivan con su simple presencia. Los dibujos de Stéphane Heuet acompañan las ricas descripciones proustianas donde una sonrisa o un roce de mano son suficientes para abrir todo un mundo de sensaciones, percepciones y emociones profundas. Vacacionando en la playa de Balbec, Marcel acompaña a su abuela al tiempo que conoce al pintor Elstir –quien le descubre también el mundo del estremecimiento artístico–, así como a otros miembros del mundo de despreocupación aristocrática que Proust retrató para la posteridad en ese monumento atemporal que es En busca del tiempo perdido.