La realidad actual del capitalismo mundial muestra de una forma cada vez más evidente —y a una escala ya plenamente global— la contradicción esencial de un sistema económico que al tiempo que impulsa el continuo desarrollo científico-técnico (con la robotización de la producción, la inteligencia artificial o la big data) despliega dinámicas sociales regresivas al generar desempleo y precariedad laboral, polarización social y crisis cada vez más graves o guerras imperiales y destrucción medioambiental. Para dar respuesta a los principales problemas que tiene planteados la humanidad, y ante la imposibilidad de gobernar o reformar la lógica ciega del capital, que subordina el conjunto de la sociedad a las exigencias siempre crecientes de rentabilidad y acumulación —amenazando la propia supervivencia de la especie humana por el colapso ecológico del planeta—, la verdadera tarea práctica y...leer más