El presente libro se ocupa de la creación musical en los siglos del Renacimiento desde una perspectiva distinta a la habitual. No desecha el estudio de los grandes compositores y sus obras, pero, en lugar de abordarlos de manera «individual», pone el énfasis en otros aspectos: dando la importancia debida a los géneros sacro, profano e instrumental, invita a los lectores a tener en consideración no sólo quién hacía la música, sino quién la promovía (y financiaba) y la escuchaba, quién la conservaba y poseía, y a qué propósitos sociales y estéticos servía.
Asimismo, el ocuparse de temas de miras más amplias, como la música y la imaginación literaria o el arte de la improvisación, le permite describir los encuentros musicales de los europeos con otras culturas y lugares.