William Kentridge (Johannesburgo, Sudáfrica, 1955) es aclamado internacionalmente por sus dibujos, películas, y producciones de teatro y de ópera.
Su arte nace de una cruza entre diferentes técnicas y géneros. Sus obras responden a los legados del colonialismo y el apartheid, en el marco del escenario sociopolítico de Sudáfrica. Kentridge logra su estética a partir de técnicas tomadas de la propia historia del cine, desde la animación en stop motion hasta los primeros efectos especiales. Su técnica de dibujo, en particular el dinamismo de un trazo que se borra y se vuelve a realizar, constituye una parte integral de su extensa práctica de animación y dirección cinematográfica, donde el significado de sus películas se construye durante el proceso de producción. Su práctica también incluye su experiencia en teatro.
La obra de Kentridge se ha exhibido en museos y galerías alrededor del mundo desde la década de 1990: la documenta, en Kassel; el Museum of Modern Art, de Nueva York; la Albertina, de Viena; el Museo del Louvre, de París; la Whitechapel Gallery, de Londres; el Museo Louisiana, de Copenhague; y el Museo Reina Sofía, de Madrid.
Las producciones de ópera de Kentridge incluyen La flauta mágica de Mozart, The Nose [La nariz] de Shostakovich y Lulu [Lulú] de Alban Berg, que se han presentado en teatros como la Ópera Metropolitana de Nueva York, la Scala de Milán, la Ópera Nacional Inglesa de Londres, la Ópera de Lyon y la Ópera de Ámsterdam, entre otros. En el verano de 2017, se estrenó su producción de la ópera Wozzeck de Berg, en el Festival de Salzburgo.
Kentridge recibió el doctorado honoris causa de varias universidades -entre ellas, Yale y la Universidad de Londres- y, en 2012, presentó las conferencias Charles Eliot Norton en la Universidad de Harvard. En 2010, recibió el Premio Kyoto. En 2015, fue elegido académico honorario de la Academia Real de Londres. En octubre de 2017, recibió el Premio Princesa de Asturias de las Artes.