Con Baudelaire se abre la vía a la poesía moderna, en sus poemas hay rabia, cólera, él desespera hasta quedar extenuado, impotente para luchar contra lo mediocre. En medio de una burguesía creciente e insensible, este gran poeta reacciona contra ella, insultándola con ferocidad. Si Dante castiga a sus condenados con penas terribles pero grandiosas, Baudelaire los castiga con el desprecio frío de una alusión ligera. Por ello su principal obra: Las flores del mal (1857), fue censurada y seis de los poemas contenidos en este libro fueron eliminados en las ediciones posteriores. Luego de publicada, el gobierno francés lo acusó de atentar contra la moral pública, y no obstante que la élite literaria francesa salió en defensa del poeta, éste fue multado y la censura no se levantó sino hasta 1949. Entre sus obras póstumas figuran Diarios íntimos, formado por dos admirables confesiones: Cohetes y Mi corazón al desnudo, ambas fueron publicadas parcialmente en 1884 y no fue sino hasta 1887 cuando surge la edición original 8auqnue incompleta por razones “morales”), solo hasta 1917 aparece la versión íntegra, en dos volúmenes.

Esta edición contiene completas esas dos desgarradoras y luminosas confesiones, con la espléndida traducción de Rafael Alberti, dejando ver las virtudes íntimas y secretas de Baudelaire. Cohetes es un conjunto de notas, por demás crudas, con una riqueza psicológica, hay anotaciones personales, religiosas, exhortaciones morales, transfiriendo sus experiencias psicológicas a un plano filosófico universal, enriquecida estas experiencias con máximas mordaces y agudas. Mi corazón al desnudo es de singular importancia para el conocimiento del mundo interior del autor, son notas muy diversas: observaciones de sociología y de política, sentencias morales, lo mismo que piadosas y emocionantes confidencias íntimas y consejos.

La profunda originalidad de Baudelaire, está en presentar con fuerza y en lo esencial, al hombre moderno, es decir, el hombre de hoy, tal y como lo han formado los refinamientos de una civilización del exceso, el hombre moderno, saturado de vicios (drogas, alcohol, etc.), pero también al hombre sufriente. “No pretenda comprender a este poeta en toda su extensión quien no se haya sumergido en estos Diarios íntimos”, dijo Rafael Alberti.