Londres, 1899. Peter Winceworth, lexicógrafo de profesión, anda enfrascado en pulir la definición de las palabras que comienzan por la letra S para el Diccionario Enciclopédico Swansby, lo cual no deja de ser irónico teniendo en cuenta que desde niño finge que cecea, quién sabe por qué, tal vez por llevar la contraria o por simple aburrimiento. El caso es que Winceworth, para sobrellevar sus anodinos días, se entretiene inventando palabras y definiciones que describen, con toda precisión, realidades que no tienen nombre. Aunque ahora que ha conocido a la bella e inaprensible Sophia, la vida promete ser cualquier cosa menos aburrida.
Londres, en la actualidad. Mallory es la apocada becaria de Swansby, editorial a la que adjetivar de «venida a menos» es quedarse francamente corto. En ese imponente y desierto edificio, Mallory pasa las horas realizando las dos únicas y descabellad...leer más