La noche del 5 de enero de 1937, en Neuilly, Jean-Baptiste Botul, el cada día más conocido y sorprendente filosofo de tradición oral fallecido en 1947, sube en su taxi, con el que por aquel entonces se ganaba la vida, a una joven cliente que le ordena Cours D’sir! Dirección equivocada donde las haya, puesto que va desde el nombre de una institución de enseñanza para señoritas que se llamaba así hasta una insinuación evidente: corre deseo! La noche que pasaron juntos le valdrá a Botul comparecer para su defensa ante el tribunal profesional de los taxistas parisinos.

En su alegato, Botul se compara con Nietzsche, trágico enamorado de Lou Andreas-Salomé, víctima del demonio de mediodía según su interpretación. El detallado relato que hace de este encuentro y de sus efectos en cada una de los implicados en él le sirve como testimonio de que el Superhombre no vale mucho frente a la Supermujer. Ya que Lou, según los términos empleados por Botul, era más que una mujer. Pariente de Lilith, de Lulú y de Lolita, encarna la sexualidad mujer. Todo un demonio.

Milagrosamente retranscrito, este genial discurso de deliciosa lectura, aderezada con el más fino sentido del humor, confirma que la gloria póstuma de Jean-Baptiste Botul como el mayor pensador de tradición oral del siglo XX, establecida por su mentor Frédéric Pagás y con la inestimable promoción de Bernard-Henri Lévy, no haga más que crecer.