"El canibalismo a menudo ha sido considerado como una práctica exclusivamente destinada a aumentar la fuerza vital de quien la realiza, o al menos como un medio capaz de procurarle determinadas cualidades. Los tupinambá no son ajenos a esa concepción, como parece indicarlo el hecho de que los viejos, es decir, los seres cuyos cuerpos debilitados necesitarían un aporte de nuevas energías, siempre son descriptos como especialmente ávidos de carne humana. Si tal creencia ha existido entre los indios, no debe sin embargo considerarse como la única causa de las matanzas que realizaban. La noción del ‘maná’ no es ajena al canibalismo tupí. Al convertir a su enemigo en alimento, el tupinambá no solamente se apropiaba de su sustancia, sino que también manifestaba su superioridad ante el adversario."