El símbolo japonés más popular de la buena suerte es el Maneki Neko (招き猫), la figura del gato que levanta la pata que puede encontrarse hoy en todo el mundo. Otro objeto muy querido que convoca la fortuna es el Daruma (達磨), la figura que representa a un monje sin brazos ni piernas a la cual se pinta un ojo para pedir un deseo, mientras que para pintarle el otro esperaremos a su cumplimiento.
El sintoísmo, la religión ancestral de Japón, cuenta asimismo con numerosos ritos para atraer el dinero, el amor o la fortuna, y el budismo o las religiones animistas de territorios como Okinawa u Hokkaidō tienen sus propios rituales.
¿Cómo funciona cada uno de ellos y qué historia o significado profundo subyace a esta creencia? ¿Cómo podemos convocar la buena suerte con nuestros hábitos cotidianos?
Este libro explora todas las herramientas —algunas mágicas, otras prácticas—, ...leer más