Lenka Reinerová (1916-2008) nació en Praga y se la considera la última escritora checa en lengua alemana. Voz imprescindible de la cultura y el ambiente literario praguenses, amiga de Max Brod, Egon Erwin Kisch y Franz Werfel, trabajó como periodista para el Arbeiter-Illustrierte-Zeitung desde 1936. Cuando las tropas nazis invadieron Checoslovaquia, Reinerová huyó a Francia; tras un breve paso por una cárcel de París, fue internada en el campo de mujeres de Rieucros hasta 1941, cuando obtuvo un permiso para abandonar el país. Después de pasar por Marsella y Casablanca, recaló en México, donde vivió varios años y trabó amistad, entre otros, con Frida Kahlo, Diego Rivera y parte de los españoles allí exiliados. Finalizada la guerra, regresó con su marido a Europa; primero a Belgrado, y a partir de 1948 a su Praga natal. A principios de los años cincuenta fue víctima de las depuraciones estalinistas y pasó quince meses en prisión preventiva, experiencia que relataría más de medio siglo después en Todos los colores del sol y de la noche (2004). Entre sus libros cabe destacar Das Traumcafé einer Pragerin (1996), Mandelduft (1998) y Närrisches Prag (2005). En 1999 recibió el premio Schillerring de la Fundación Schiller y en 2003 le fue concedida la medalla Goethe.