El descanso del jinete, libro publicado por el poeta suizo Gustave Roud en 1958, ha sido considerado por la crítica como uno de sus libros mayores junto a sus otros títulos centrales: Para un cosechador, Aire de la soledad, Réquiem o Campo perdido. En realidad, toda la obra de Roud constituye una de las cimas de la poesía de lengua francesa y acaso europea del siglo XX y, a pesar de diversos factores como la discreción y el apartamiento del poeta, la complejidad de su búsqueda poética o la relativa distancia con que la poesía suiza de expresión francesa ha sido contemplada desde Francia, hemos de celebrar que la obra de Roud esté ocupando poco a poco el puesto que se merece y vaya ganando un público cada vez más amplio. Cada uno de los ocho poemas-relato de El descanso del jinete es un micromundo en el que ese paseante solitario que fue Gustave Roud va recorriendo rincones del paisaje, enclaves, caseríos perdidos, recuerdos, iluminaciones, estremecimientos y esperanzas que el lector podrá disfrutar en una prosa leve, intensa y necesaria como pocas en la literatura del pasado siglo.