En una de las primeras recopilaciones que se hicieron hace algunos años de números de la revista "El Chamuco", sus amigos aseguraban que José Hernández, entonces monero de Milenio, en realidad se había inscrito en la carrera de técnico en mecánica dental, pero por error asistió cinco años al edificio de junto, que resultó ser el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC). La mitad de esa broma era verdad. Hernández, hoy colaborador de La Jornada, Proceso y la revista Zócalo, estudió cine, pero al terminar la carrera decidió dedicarse a la caricatura política, que a la larga lo definió, le dio un Premio Nacional de Periodismo y el reconocimiento unánime como uno de los mejores cartonistas de los últimos 20 años.