Ángela de Foligno (ca. 1242-1308) fue más conocida en su tiempo y en su tierra, la Umbría de finales del siglo XIII, como Lella, terciaria franciscana. Su vida refleja la de tantos hombres y mujeres de su tiempo que buscaban a Dios en los márgenes de la praxis religiosa oficial. Como ella misma narra, el punto de inflexión de su vida fue una peregrinación a Asís en la que tomó contacto directo con la divinidad, que nunca la abandonó desde entonces. El Memoriale compone quizá su única obra y toma forma de autobiografía narrada.