El trabajo de Antonio Bravo Avendaño se concentra en el dibujo y en aspectos tridimensionales como son la escultura, la instalación o la acción. Cada una de sus piezas es un contenedor de información resultante de investigaciones especificas sobre sucesos específicos. A pesar de su interés sobre lo político, su obra oscila entre lo serio, la ironía y el absurdo.
La premisa que constituye su trabajo artístico es la conjugación de la experiencia adquirida diariamente, aunada a procesos largos de investigación teórica o formal. El resultado de su obra se desprende principalmente del proceso y de las consecuencias de cada paso que da hacía adelante o hacía atrás en cada búsqueda artística o proyecto.