Charles Asselinau fue, con Nadar, Banville y Poulet-Malassis, uno de los más íntimos amigos de Baudelaire. Se conocieron en 1845 y, a partir de 1950, fueron inseparables.
Banville dejó el siguiente retrato de Asselinau: "De rasgos finos, regulares, de una cálida palidez, cuando le conocí, muy joven aún, estaba como sepultado en las negras malezas de una cabellera y una barba sedosas, tupidas, espesas hasta lo inverosímil y más azuladas que negras; de la espesura de este bosque tremendo brotaban sus ojos, vivos, penetrantes, húmedos, brillantes como diamantes negros, y se parecía a los turcos de las tragedias y los cuentos de hadas, bajo la lujuriosa vegetación de todos esos ornamentos negros. Más tarde abandonó esa apariencia, adoptando muy prematuramente el uniforme de la vejez, que nunca llegaría para él, y vimos entonces caer y resplandecer sobre su pecho la barba de nieve de un patriarca".