Nació el 30 de octubre de 1887 en Hirschberg (Silesia) en una familia protestante de funcionarios y terratenientes. Cursó estudios de derecho. Desde muy pronto se interesó por la poesía, convirtiéndose en poeta contra la voluntad de su padre. Con su particular estética de lo feo y su discurso poético hostil y visionario pretendía no solo protestar contra la ordenada y estéril sociedad burguesa de la época guillermina, sino desencadenar una revolución que consiguiera liberar al hombre de su hastío vital. De ahí su entusiasmo por la Revolución francesa y su identificación con Robespierre o Danton. Georg Heym es un orgulloso heredero de Hölderlin, Novalis, Büchner, Baudelaire, Stendhal, Rimbaud, Verlaine, Keats o Poe, entre otros, además de filósofos como Arthur Schopenhauer o Friedrich Nietzsche. Formó parte del círculo alemán de literatura expresionista Der Neue Club, donde dio a conocer su poesía entre los jóvenes escritores y artistas de la época. Publicó en revistas emblemáticas como Der Demokrat, Der Sturm o Die Aktion. Su trayectoria literaria fue muy breve, ya que el 16 de enero de 1912 se ahogó en las heladas aguas del Wannsee por un desafortunado accidente. Su obra poética figura entre los grandes nombres de la lírica expresionista alemana junto con Gottfried Benn, Georg Trakl o Else Lasker-Schüler.