La filósofa, escritora y crítica musical Helene von Druskowitz (1856-1918) fue la segunda mujer en obtener el doctorado en Filosofía por la Universidad de Zúrich, tras la polaca Stefania Wolicka. Joven precoz, dotada de extraordinaria inteligencia y sensibilidad, trabajó en diferentes universidades (Viena, Zúrich, Múnich, Basilea) y viajó por el norte de África, Francia, Italia y España, regresando luego a Viena. Feminista convencida, Helene sostuvo un ateísmo muy influido por Feuerbach y Dühring. Declaradamente lesbiana, inició en 1887 una relación con la cantante de ópera Therese Malten, de la que se separaría en 1891. Víctima del alcoholismo y presa de severas alucinaciones, fue ingresada en un hospital psiquiátrico, aunque continuó trabajando y publicando hasta al menos 1905. Jamás volvería a salir del manicomio, donde pasaría los últimos veintisiete años de su vida, siguiendo un destino extrañamente paralelo al de Nietzsche.