Es reconocido por su introducción al estudio de la postmodernidad a finales de 1970. Fue profesor en la Universidad de París VIII (Vincennes, Saint-Denis), co-fundador del Colegio Internacional de Filosofía y profesor emérito de la Universidad de París. Lyotard estudió filosofía en la Sorbona. Uno de sus docentes fue Maurice de Gandillac. Fue miembro del grupo 'Socialisme ou Barbarie' (Socialismo o barbarie), un grupo de la izquierda crítica conformado por intelectuales, como Castoriadis y Lefort, iniciado en 1956 durante las revueltas en Hungría en oposición al estalinismo del comunismo soviético. Lyotard expuso en "Le Différend" que el discurso humano ocurre en un variado pero discreto número de dominios inconmesurables, ninguno de los cuales tiene el privilegio de pasar o emitir juicios de valor sobre los otros. Siendo así, en Economía libidinal (1974), La condición postmoderna (1979) y Au juste: Conversations (1979), Lyotard atacó teorías literarias contemporáneas e incitó al discurso experimental desprovisto de excesivos intereses por la verdad. Consideró que ya estaba pasada la época de los grandes relatos o "metarrelatos" que intentaban dar un sentido a la marcha de la historia. Este autor criticó la sociedad actual postmoderna por el realismo del dinero, que se acomoda a todas las tendencias y necesidades, siempre y cuando tengan poder de compra. Criticó los metadiscursos: el cristiano, el ilustrado, el marxista y el capitalista. Según Lyotard, estos son incapaces de conducir a la liberación. La cultura postmoderna se caracteriza por la incredulidad con respecto a los metarrelatos, invalidados por sus efectos prácticos y actualmente no se trata de proponer un sistema alternativo al vigente, sino de actuar en espacios muy diversos para producir cambios concretos. El criterio actual de operatividad es tecnológico y no el juicio sobre lo verdadero y lo justo. Defendía la pluralidad cultural y la riqueza de la diversidad.