Laurette Séjourné (1911–25 de mayo de 2003) fue la arqueóloga y antropóloga más original del siglo XX. arqueóloga y etnóloga. Nacida en Italia, de una familia italiana, más tarde en su vida se naturalizó ciudadana mexicana. Se casó con Victor Serge, autor de la novela "El caso Tulanev" y otros escritos revolucionarios.
Influyó en autores surrealistas que vivieron en México, como Leonora Carrinton ("El mundo mágico de los Mayas"), Benjamin Péret (Air Mexicain) y Wolfgang Paalen, que preparó un número "amerindio" de su revista DYN.
Su tesis central partía de que el pasado precolombino, que se veía en las pírámides y en los códices, estaba aún vivo y presente en los pueblos indígenas modernos. Esas reminiscencias podían verse en los pueblos de Oaxaca, por ejemplo, que ella estudió. Sus estudios de la escritura simbólica de los monumentos precolombinos también destacan algunos signos como el de "Ollin" o movimiento y el del "Quinquance" (o Cruz de Quetzalcóatl), que presenta una dimensión geométrica, superior a la espacialidad plana europea.
Durante los años 50 trabajó para el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), excavando en Teotihuacan. Publicó varios libros de cosmología y religión náhuatl, incluyendo Agua hirviente: Pensamiento y Religión en el México Antiguo.
Su trabajo principal fue sobre la figura de Quetzalcóatl. Además, sostuvo que Teotihuacan era la legendaria Tollan, contradiciendo la versión oficial de la arqueología mexicana, que la sitúa en Tula aun en nuestros días.
El trabajo de Séjourné todavía es muy valorado por los especialistas, pero a algunas les preocupó que parte de su trabajo fuera adoptado por grupos esotéricos, que buscaban enseñanzas ocultas de las religiones prehispánicas. Eso es algo que la antropóloga nunca apoyó.
Sus últimos años los dedicó a llevar educación a los pueblos indígenas del sur de México.