Murasaki Shikibu (973-c.1013) perteneció a una familia aristocrática de rango medio. En 998 contrajo matrimonio, pero enviudó dos años después. Su destino en la corte estaba dedicado principalmente al servicio de compañía de la emperatriz Akiko, en gran parte debido a su gran talento como narradora. Murió a los cuarenta años. De su vasta obra se conservan algunos fragmentos de su diario, un buen número de poemas y esta obra clásica que encabeza las letras japonesas.