Comencé en el servicio civil británico, luego trabajé como analista e investigador de Medio Oriente, luego como asesor económico de agencias de desarrollo en Etiopía, Albania y los Territorios Palestinos. Tuve una oportunidad temprana de escribir cuando era periodista en El Cairo a fines de la década de 1990, cubriendo todo, desde los antiguos desiertos de Egipto hasta sus nuevos y relucientes bancos.
Me profundicé en la economía como estudiante de posgrado, pero gradualmente las matemáticas de contrataciones y los modelos tan complejos que se necesitan varios títulos para comprenderlos, comenzaron a sentirse bastante alejados de las situaciones económicas en las que la gente se encuentra realmente. Cuando la crisis financiera de 2007 Al igual que mucha gente, comencé a cuestionar si la economía pura tenía todas las respuestas. Me pregunté cómo habíamos llegado a donde estábamos y me sentí atraído por los vínculos entre la historia, la economía y las ideas sobre la sociedad en general.
Creo que la historia del pensamiento económico y de las luchas económicas reales puede decirnos mucho sobre nuestra situación actual y, para mí, es en una escritura vívida que cualquiera puede responder a dónde todo esto realmente cobra vida. Sobre todo, me interesan las historias que nos contamos sobre nuestro mundo económico y por qué son importantes. Ojalá supiera cómo responder a todas las preguntas que la gente me hace sobre por qué algunas economías se meten en tal lío y por qué muchos de nosotros parece que hemos perdido la fe incluso en las mejores, pero en mis escritos estoy constantemente buscando historias que hablan de este tipo de ansiedades.
Otra parte de mi trabajo es como profesora. He impartido cursos de economía e historia económica en la London School of Economics y la Universidad de Warwick.
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