Norman Bethune nació en Gravenhurst, Canadá, en 1890. Participó como camillero en la Primera Guerra Mundial. Tras formarse como médico y aportar algunas valiosas innovaciones al ámbito de la medicina acudió a la Guerra Civil española y trabajó en una unidad de transfusiones.
Inquieto y atrabiliario por naturaleza, tras su paso por España, este comunista —de convicción más que de partido— decidió trasladarse a China durante la guerra con Japón con la intención de construir un hospital y formar médicos que ayudasen a paliar el desastre que tenían encima. En China encontró la muerte, y con ella la «gloria», en 1939.