Pablo Carbonell Sánchez-Gijón perdió el acento gaditano a principios de los años ochenta cuando se fue a Madrid a ganarse la vida en el mundo de la tarántula. Desde entonces ha sido dibujante, actor, cantante (con Los Toreros Muertos y en solitario), director de cine (Atún y Chocolate), presentador de TV y muso en general de España entera. En la actualidad trabaja con el objetivo de recuperar su acento perdido y volver a dar cuerda al niño que habita en su interior: este libro es uno de sus últimos pasos para conseguirlo.