Fue uno de los autores más importantes a partir de la década de los sesenta, en Finlandia. Entre sus obras publicadas figuran poesía y traducciones de obras clásicas contemporáneas, tales como Ulises de James Joyce, El guardián entre el centeno de J. D. Salinger, así como obras de autores griegos y latinos: Eurípides, Heráclito, Safo, Jenofonte…Saarikoski también escribió columnas bajo el seudónimo de Nenä («Nariz»). Su pluma satirizaba a la Iglesia, al Ejército, a la política y, fundamentalmente, al conservadurismo existente en estas instituciones. En sus escritos periodísticos parodió la jerga política oficial de la época de una manera sarcástica. Fue muy respetado en Finlandia, una auténtica celebridad. Tanto su obra como su personalidad estuvieron influenciadas por el alcoholismo, que finalmente lo llevaría a una temprana muerte. Durante el periodo de la guerra fría, Saarikoski mantuvo lazos afectivos con los comunistas, como una forma, reflexiva e intelectual, de anteponerse a la presencia avasalladora de Estados Unidos en el mundo moderno.