Pese a su breve vida, Piero Gobetti fue una de las voces más originales de la política italiana de la primera posguerra mundial. Desde las revistas que fundó (Energie Nove, La Rivoluzione Liberale, Il Baretti), Gobetti planteó una visión del liberalismo más avanzada que la que tenían los liberales europeos de la época, capaz de dialogar con los partidos comunista y socialista (colaboró activamente con L’Ordine Nuovo de Antonio Gramsci) y de plantear una dura batalla contra el fascismo triunfante en nombre del valor emancipador de la libertad. Murió en el exilio en París, con 25 años, por problemas de salud agravados por la violencia física fascista que padeció en Turín. A partir de 1945, su legado fue reivindicado, en formas diferentes, por todas las corrientes de la izquierda italiana.